Los taninos y la gastronomía: cómo hacer maridaje con vinos taninosos
Introducción
Los taninos son uno de los principales componentes que se encuentran en el vino y que influyen en su sabor y aroma. Se trata de sustancias polifenólicas que se encuentran en las uvas y que se liberan durante la maceración y fermentación. Los taninos son responsables de la astringencia y del cuerpo del vino, y su importancia en la gastronomía radica en la capacidad de maridaje que tienen con los alimentos. En este artículo vamos a analizar los diferentes tipos de taninos y cómo hacer maridajes con vinos taninosos.
Tipos de taninos
Existen diferentes tipos de taninos que se pueden encontrar en el vino, y su origen puede ser de la uva, del roble de la barrica o de los aditivos enológicos. A continuación, vamos a resumir los principales tipos de taninos:
Taninos de la uva
Los taninos de la uva se encuentran en las pieles, semillas y raspón, y su cantidad y calidad varían según el tipo de uva, la madurez, el clima y el suelo. Los taninos de la uva suelen ser más finos que los del roble y se relacionan con las notas frutales y florales del vino.
Taninos del roble
Los taninos del roble se encuentran en la madera de las barricas en las que se madura el vino y se relacionan con las notas especiadas, tostadas y de vainilla del vino. Los taninos del roble suelen ser más gruesos que los de la uva y tienen más capacidad de envejecimiento.
Taninos de los aditivos enológicos
Los aditivos enológicos son sustancias que se utilizan en la elaboración del vino para controlar el pH, la acidez o el color, entre otras cosas. Algunos de estos aditivos pueden contener taninos, como es el caso de la galotanina o la enotanina.
Maridaje con vinos taninosos
El maridaje es la técnica que consiste en combinar el vino con los alimentos para potenciar su sabor y aroma. Los vinos taninosos suelen ser los protagonistas del maridaje, ya que por su cuerpo y astringencia tienen una gran capacidad de complementar los platos más contundentes y grasos. Sin embargo, es importante tener en cuenta que no todos los taninos son iguales y que algunos pueden resultar agresivos o desequilibrados en el maridaje.
Carnes rojas
Las carnes rojas son uno de los clásicos maridajes con vinos taninosos. El vino tinto con más cuerpo y taninos gruesos es el más adecuado para este tipo de platos, ya que su capacidad de envejecimiento y su potencia en el paladar pueden contrarrestar la grasa y realzar el sabor de las carnes. Algunas de las variedades de uva que se suelen utilizar son el Cabernet Sauvignon, el Tempranillo, el Malbec o el Syrah.
Platos con salsas
Las salsas con base de tomate, carne o setas son ideales para maridar con vinos taninosos. La acidez y la textura de estas salsas se complementan con los taninos del vino, creando un equilibrio en el paladar. Algunos de los vinos recomendados para este tipo de platos son el Chianti, el Barolo, el Rioja o el Pinot Noir.
Quesos
El queso es otro de los clásicos maridajes con vinos taninosos. La intensidad y la grasa del queso se equilibran con la astringencia del vino, creando una explosión de sabor en el paladar. Algunos de los quesos más recomendados para maridar con vinos taninosos son el queso azul, el queso de cabra o el queso curado. Los vinos más adecuados son el Cabernet Sauvignon, el Merlot, el Tempranillo o el Syrah.
Chocolate
El chocolate es uno de los alimentos más difíciles de maridar con vino debido a su dulzor y textura cremosa. Sin embargo, los vinos taninosos pueden complementar el chocolate negro o semi-amargo, ya que su astringencia puede equilibrar la grasa y realzar las notas de cacao. Los vinos más recomendados para este maridaje son el Cabernet Sauvignon, el Malbec o el Syrah.
Conclusión
El maridaje con vinos taninosos puede resultar muy sencillo si se tienen en cuenta algunas recomendaciones básicas. Es importante conocer los diferentes tipos de taninos que existen y cómo se relacionan con los alimentos para poder crear combinaciones equilibradas y potenciar el sabor de los platos. Además, es importante tener en cuenta que el maridaje con vinos es una cuestión de gustos personales, y que no existe una fórmula exacta para crear la combinación perfecta. Lo fundamental es disfrutar del vino y de la comida en buena compañía.