Introducción

La degustación de vino es una experiencia única que nos permite apreciar sus distintas características y sabores. Si bien cada vino tiene su propia personalidad, los vinos con cuerpo son aquellos que destacan por su complejidad y riqueza. En este artículo te enseñaremos a apreciar su complejidad y descubrir sus sabores.

¿Qué son los vinos con cuerpo?

Antes de aprender a degustar los vinos con cuerpo es importante saber qué los define. Estos vinos se caracterizan por tener una alta concentración de sabor y una textura densa y viscosa en la boca. Generalmente son vinos tintos, pero también pueden ser blancos o rosados. Los vinos con cuerpo se clasifican según la cantidad de alcohol y la cantidad de azúcar residual que contengan.

Vinos con cuerpo por el nivel de alcohol

• Vinos ligeros: 8-10% de alcohol
• Vinos medios: 10-13% de alcohol
• Vinos con cuerpo: 13-15% de alcohol
• Vinos robustos: 15-16% de alcohol o más

Vinos con cuerpo por la cantidad de azúcar residual

• Vinos secos: menos de 1% de azúcar residual
• Vinos semisecos: entre 1 y 1.5% de azúcar residual
• Vinos semidulces: entre 1.5 y 3% de azúcar residual
• Vinos dulces: más de 3% de azúcar residual

El proceso de degustación

La degustación de vinos con cuerpo se divide en tres etapas: visual, olfativa y gustativa. Cada una de ellas requiere de una técnica específica que te permitirá apreciar al máximo las cualidades del vino.

Etapa visual

La primera fase de la degustación es la visual. En esta etapa se evalúa el color, brillo y transparencia del vino. La copa debe estar llena de una cantidad moderada de vino, para facilitar la observación. Se recomienda sostener la copa por el tallo y examinar el color del vino a contraluz. Además, es importante prestar atención al borde de la copa, donde se pueden apreciar los reflejos.

Etapa olfativa

La segunda etapa es la olfativa, en la que se evalúan los aromas del vino. Para hacerlo correctamente es necesario agitar la copa para oxigenar el vino, permitiendo que los aromas se liberen. Se recomienda inhalar profundamente al menos dos veces para apreciar los diferentes aromas, que pueden ser frutales, florales o especiados.

Etapa gustativa

En la última etapa se evalúa el sabor del vino. Para hacerlo es necesario tomar una cantidad moderada de vino y moverlo por la boca para degustar sus sabores. Es importante prestar atención a la textura, el cuerpo, la acidez, el sabor y el retrogusto del vino. Además, es recomendable tomar notas en cada etapa para poder comparar diferentes vinos.

Cómo degustar vinos con cuerpo

Para degustar vinos con cuerpo es importante seguir los mismos pasos que en la degustación regular y prestar especial atención a ciertos aspectos que definen a estos vinos.

Primer paso: observa el vino

En esta etapa es importante fijarse en el color del vino, que puede variar desde tonos rubí hasta tonos violáceos. Los vinos con cuerpo suelen tener una mayor intensidad de color debido a su alta concentración de sabor. Además, es importante observar la lágrima o el ribete del vino, que pueden ser indicativos de la calidad.

Segundo paso: huele el vino

Los vinos con cuerpo suelen tener aromas complejos que pueden ser difíciles de identificar. Es importante agitar la copa para liberar los aromas y permitir que se oxigene el vino. Los aromas pueden variar desde frutas rojas o negras hasta especias o cuero.

Tercer paso: saborea el vino

Al degustar un vino con cuerpo es importante prestar atención a su textura, que suele ser densa y viscosa en la boca. Además, es importante identificar sus sabores, que pueden ser frutas maduras, especias o matices terrosos. El retrogusto del vino también puede ser un indicador de su calidad.

Conclusiones

Los vinos con cuerpo son una opción ideal para los amantes del vino que buscan explorar sabores complejos y ricos. La clave para apreciar su complejidad radica en prestar atención a cada uno de los pasos de la degustación, desde la observación del vino hasta su sabor.