Desenmarañando los Aromas del Vino
Desenmarañando los Aromas del Vino
El aroma es uno de los aspectos más importantes a la hora de degustar un vino. La complejidad de olores que desprenden los distintos tipos de uvas, la influencia del terroir y de las diferentes técnicas de vinificación hacen que cada vino tenga un aroma único.
En este artículo, vamos a desenmarañar los aromas del vino y a aprender cómo identificarlos y apreciarlos.
La importancia del aroma en el vino
El aroma es la primera impresión que tenemos de un vino antes de probarlo. Nuestro olfato puede detectar más de 10.000 olores distintos, lo que lo convierte en uno de nuestros sentidos más poderosos. Además, el sentido del olfato está directamente conectado con el cerebro, por lo que los olores pueden evocar recuerdos, emociones y sensaciones.
En el vino, el aroma es una mezcla compleja de distintos compuestos químicos que se encuentran en la uva, en el mosto y en el vino. Estos compuestos se generan en distintas etapas del proceso de vinificación, como la fermentación, la maceración y la crianza. También pueden ser influenciados por el uso de distintas técnicas de vinificación, como la fermentación maloláctica o la maceración pre-fermentativa en frío.
Los diferentes tipos de aroma del vino
Existen dos tipos principales de aroma del vino: el aroma primario y el aroma secundario.
El aroma primario es el que proviene directamente de la uva y se puede detectar en el mosto antes de la fermentación. Estos aromas varían según la variedad de uva, el terroir y las condiciones climáticas. Algunos ejemplos de aromas primarios son las frutas frescas (como la manzana verde, el melón o el maracuyá), las bayas (como la frambuesa o la mora), las flores (como la rosa o la rosa mosqueta) y las hierbas frescas (como el tomillo o la salvia).
El aroma secundario es el que se desarrolla durante la fermentación y la crianza en barrica. Estos aromas son el resultado de la transformación de los compuestos del mosto en compuestos más complejos y sofisticados. Algunos ejemplos de aromas secundarios son las notas ahumadas, tostadas o especiadas que se obtienen durante la crianza en barrica de roble, así como los aromas a levadura, a frutas maduras o a frutos secos que se obtienen durante la fermentación.
Cómo identificar los aromas del vino
Identificar los aromas del vino puede parecer una tarea difícil al principio, pero con la práctica y la experiencia se puede convertir en algo muy gratificante.
Una forma de identificar los aromas del vino es a través de la cata a ciegas. Para hacerlo, es necesario tener una copa de vino limpia y sin olores extraños, y llenarla hasta un tercio de su capacidad. A continuación, es necesario girar la copa para que el vino se impregne en las paredes de la copa y se liberen los aromas.
Después, acercamos la nariz a la copa y respiramos suavemente para detectar los distintos aromas. Los aromas se pueden dividir en tres categorías: aromas primarios, aromas secundarios y aromas terciarios.
Los aromas primarios son los que provienen directamente de la uva y se pueden detectar en el primer olfato. Los aromas secundarios son los que se desarrollan durante la fermentación y la crianza en barrica y se pueden detectar después de la primera impresión. Los aromas terciarios son los que se desarrollan durante el envejecimiento y la evolución del vino. Estos aromas son más complejos y sofisticados, y se pueden detectar después de haber degustado el vino.
Conclusión
El aroma del vino es una parte esencial de la experiencia de degustación. La complejidad de los aromas es el resultado de la combinación de distintos factores, como la variedad de uva, el terroir y las técnicas de vinificación. Aprender a identificar los aromas del vino es una tarea que requiere tiempo y experiencia, pero es muy gratificante y puede ayudar a mejorar la apreciación del vino.
En el siguiente artículo, hablaremos sobre la influencia del terroir en el aroma del vino y cómo se traduce en distintos sabores y texturas.